La Aportación de las Universidades al Desempeño Económico Local
por Mtro. Juan E. Sandoval Núñez, LCC MBA
por Mtro. Juan E. Sandoval Núñez, LCC MBA
Desde hace un par de décadas las Universidades locales, de régimen público o privado, han sido vistas como una de las soluciones generadoras de desarrollo local en las ciudades medianas y pequeñas de México. Tratando de seguir ejemplos llamativos como los del Silicon Valley en California, la Ruta 128 en Boston, e incluso de la Zona Metropolitana de Guadalajara, se ha intentado replicar estos modelos pero a menor escala para las ciudades y poblaciones medianas del interior de la República, con resultados diversos. En los mejores casos, se ha presentado un crecimiento económico pero sin una correlación clara con la presencia de las nuevas Universidades ahí instaladas. En los peores casos, fiascos que han llevado al cierre de instalaciones y planteles. Y no se entiende por qué.
La intención original es buena: se extrapola la idea de que las Universidades producen graduados quienes se unen a la fuerza de trabajo local, y que eventualmente atraerán empresas nuevas a estas regiones. Parece cierto, pero tal vez haya otros elementos en la ecuación que no han sido suficientemente considerados. En este artículo, exploramos los conceptos de Capital Humano, Derrama de Conocimiento, las fuerzas en juego que los catalizan, así como algunos de los requisitos que han sido ignorados por las autoridades, tanto de gobierno, como educativas, para que las Universidades sean efectivas en este sentido.
El Capital Humano y el Desarrollo Económico Local El punto de vista tradicional para apreciar el valor de las Universidades en las ciudades medianas y pequeñas del país, es considerar los empleos directos, los gastos que realizan en la comunidad y algunas inversiones directas. Sin embargo la influencia potencial y el verdadero atractivo de abrir nuevas Universidades o campus de las ya existentes en estas ciudades, está en el hecho de que estas instituciones pueden ayudar a construir capacidades de conocimiento y habilidades (Capital Humano) en una región determinada. Es un hecho que una región con altos niveles de Capital Humano, tiende a generar más actividad económica y de mayor valor agregado.
En México esta relación no está suficientemente investigada, pero estudios de otros países (Florida, Mellander y Stolarick, 2008; o Abel y Gabe, 2011) demuestran que existe una relación positiva entre la proporción de trabajadores con un título universitario de una región, y el PIB per cápita (una unidad estándar de actividad económica).
La cantidad de títulos Universitarios de una región no son la mejor medida de Capital Humano, pero es una medida cuantificable y comparable, por lo que se usa para facilitar el análisis y el diseño de políticas públicas.
El Capital Humano es la suma de los conocimientos y las habilidades de una población. El efecto total del Capital Humano en la actividad económica es mayor a la suma de sus partes. La concentración geográfica de Capital Humano, por ejemplo, facilita la aparición de lo que los economistas llaman “Derramas de Conocimiento”. Estas son las transferencias informales de conocimientos y habilidades de un individuo a otro. Una persona puede aprender de otro por observación y comunicación. La conversación informal en una tienda entre un biólogo y el vendedor de frutas puede generar Derrames de Conocimiento de una a otra parte. Las ideas en común pueden generar nuevas reflexiones que aumentan el conocimiento del grupo social.
Así, vemos que en las ciudades donde existe mayor cantidad de egresados titulados de alguna Universidad, la actividad económica es mayor. Sin embargo, puede existir una causalidad contraria, es decir que tal vez las ciudades con mayor actividad económica atraen a una mayor cantidad de titulados para trabajar. La correlación, por lo tanto, no establece un vínculo causal definitivo. Para ello, se deben usar más datos que permitan identificar, medir y controlar los factores adicionales.
En otras palabras, abrir una nueva Universidad en una región no es garantía automática de crecimiento económico; De acuerdo a algunos, deben estar presentes también el atractivo de sueldos sobre el promedio nacional, facilidad de innovación, un número crítico de población, estabilidad social y política, protección de propiedad intelectual e infraestructura urbana (Rauch, 1994; Moretti, 2004; y Carlino, Chatterjee y Hunt, 2007). La presencia de una Universidad es sólo uno de muchos factores.
Actividades de Educación Superior y el Capital Humano Las Universidades locales tienen tres formas de aumentar el capital humano. En primer lugar y de forma evidente, estas instituciones incrementan la oferta de Capital Humano al crear mano de obra educada con mayores habilidades. Segundo, para lograrlo, se importa un número importante de personal científico y profesional altamente calificado, tal como el profesorado de tiempo completo, staff administrativo, etc. En tercer lugar, la investigación y desarrollo deben ocurrir en las Universidades. Las actividades de Investigación y Desarrollo (IyD) crean también diversos tipos de Derrame de Conocimiento que benefician a la población en donde se encuentran.
Desde la Oferta. Lo que la nueva Universidad en una ciudad mediana o pequeña del interior de la república puede ofrecer es en primer lugar la producción de graduados y titulados para el mercado local de trabajo. Para medir si la producción de títulos universitarios en una región es grande o pequeña existe un indicador llamado “Intensidad de Producción de Títulos”, propuesto en 2011 por los economistas Jason Abel y Richard Dietz. Se calcula sumando el número de títulos otorgados en un área metropolitana, en su relación con el número de habitantes en edad de trabajar. Este indicador mide la tasa de nuevo Capital Humano, en proporción al tamaño de la región.
La desproporción en las cuatro 4 más grandes áreas metropolitanas de México (Ciudad de México, ZM de Guadalajara, ZM de Monterrey y ZM de Puebla), al concentrar la mayor parte de personas con títulos universitarios, no ha cambiado desde que se iniciaron hace dos décadas los programas para abrir más universidades públicas (estatales, tecnológicas y autónomas) y para autorizar universidades privadas. La pregunta que debe hacerse aquí es en verdad, cuánto influye la movilidad de los graduados en otras ciudades de México. De nada sirve para la región producir más personas con títulos, si terminarán yéndose a trabajar a otras ciudades más grandes.
Por lo tanto, no siempre es cierto que la mayor producción de títulos universitarios se reflejará en un incremento del Capital Humano en la Región donde se crearon. Debe existir una infraestructura física, económica y social que les haga atractivo a estas personas quedarse a trabajar ahí. Se debe estimular también la creación de nuevas empresas, que ofrezcan oportunidades de empleo a los nuevos graduados.
Dados estos factores de población, se debe revisar la relación entre la producción de personas tituladas en una región y la acumulación de Capital Humano. Son todos los factores del ambiente económico los que determinan si un egresado se quedará a trabajar en la región donde se formó.
Para dar una idea de la magnitud de este fenómeno, Abel y Dietz (2011) encontraron que si se duplica la producción de títulos en una ciudad (+100%), el incremento en el nivel de capital humano es mucho menor para las pequeñas y medianas ciudades (+5%) en promedio. Es claro entonces que la intención original de tener nuevas universidades para producir personas con títulos y que así mejore la economía, no depende únicamente de la cantidad de egresados.
Desde la Demanda. Con la Investigación y Desarrollo (IyD) las universidades locales pueden producir más cantidad de Capital Humano que con la simple docencia y producción de graduados. La existencia de “Derramas de Conocimiento” entre la investigación académica y el desarrollo económico ha sido bien documentada en países de Europa y Estados Unidos. Estas Derramas aumentan la demanda de habilidades especializadas ofreciendo puestos de trabajo primero en las Universidades locales y después en las empresas locales. Una de las variantes en que esto sucede es cuando los negocios se acercan a las universidades locales para crear nuevos productos o idear servicios novedosos.
Sin embargo, por razones de costos en las universidades públicas y de inversión en las universidades privadas, la producción científica y la IyD ha sido minimizada en las ciudades medias y pequeñas de México. Estas universidades casi no realizan actividades de investigación y las pocas que lo hacen de manera marginal, no operan estas acciones con una visión de largo plazo, sino casi de manera accidental.
Hoy por hoy las direcciones y departamentos de vinculación de las universidades locales (otra vez, tanto públicas como privadas) funcionan más como agencias de colocación de empleos, para ayudar a sus alumnos a encontrar lugares donde hacer sus prácticas profesionales, y no como verdaderas oficinas de transferencia de tecnología y puentes de producción científica como debiera de ser.
También la educación continua y los cursos de profesionalización a cargo de los investigadores de las universidades crean y mejoran el Capital Humano en una región, aunque no sea medible en títulos académicos, al acercar el conocimiento y habilidades a la población. Aún mas, las universidades con IyD utilizan a los negocios locales como plataformas de lanzamiento para productos o servicios derivados de sus investigaciones y establecen vínculos de cooperación de largo plazo.
De hecho, todo lo demás constante, aumentar la demanda de investigadores y profesionistas a través de la IyD, parece tener mayor efecto en el aumento de Capital Humano, que la sola actividad de docencia y otorgamiento de grados académicos. Quienes diseñan políticas educativas y económicas deben tomar en cuenta tanto la oferta como la demanda de Capital Humano, así como los otros factores socioeconómicos que intervienen. Solo así las Universidades locales podrán ser un factor determinante para mejorar el desempeño económico de una región.
La intención original es buena: se extrapola la idea de que las Universidades producen graduados quienes se unen a la fuerza de trabajo local, y que eventualmente atraerán empresas nuevas a estas regiones. Parece cierto, pero tal vez haya otros elementos en la ecuación que no han sido suficientemente considerados. En este artículo, exploramos los conceptos de Capital Humano, Derrama de Conocimiento, las fuerzas en juego que los catalizan, así como algunos de los requisitos que han sido ignorados por las autoridades, tanto de gobierno, como educativas, para que las Universidades sean efectivas en este sentido.
El Capital Humano y el Desarrollo Económico Local El punto de vista tradicional para apreciar el valor de las Universidades en las ciudades medianas y pequeñas del país, es considerar los empleos directos, los gastos que realizan en la comunidad y algunas inversiones directas. Sin embargo la influencia potencial y el verdadero atractivo de abrir nuevas Universidades o campus de las ya existentes en estas ciudades, está en el hecho de que estas instituciones pueden ayudar a construir capacidades de conocimiento y habilidades (Capital Humano) en una región determinada. Es un hecho que una región con altos niveles de Capital Humano, tiende a generar más actividad económica y de mayor valor agregado.
En México esta relación no está suficientemente investigada, pero estudios de otros países (Florida, Mellander y Stolarick, 2008; o Abel y Gabe, 2011) demuestran que existe una relación positiva entre la proporción de trabajadores con un título universitario de una región, y el PIB per cápita (una unidad estándar de actividad económica).
La cantidad de títulos Universitarios de una región no son la mejor medida de Capital Humano, pero es una medida cuantificable y comparable, por lo que se usa para facilitar el análisis y el diseño de políticas públicas.
El Capital Humano es la suma de los conocimientos y las habilidades de una población. El efecto total del Capital Humano en la actividad económica es mayor a la suma de sus partes. La concentración geográfica de Capital Humano, por ejemplo, facilita la aparición de lo que los economistas llaman “Derramas de Conocimiento”. Estas son las transferencias informales de conocimientos y habilidades de un individuo a otro. Una persona puede aprender de otro por observación y comunicación. La conversación informal en una tienda entre un biólogo y el vendedor de frutas puede generar Derrames de Conocimiento de una a otra parte. Las ideas en común pueden generar nuevas reflexiones que aumentan el conocimiento del grupo social.
Así, vemos que en las ciudades donde existe mayor cantidad de egresados titulados de alguna Universidad, la actividad económica es mayor. Sin embargo, puede existir una causalidad contraria, es decir que tal vez las ciudades con mayor actividad económica atraen a una mayor cantidad de titulados para trabajar. La correlación, por lo tanto, no establece un vínculo causal definitivo. Para ello, se deben usar más datos que permitan identificar, medir y controlar los factores adicionales.
En otras palabras, abrir una nueva Universidad en una región no es garantía automática de crecimiento económico; De acuerdo a algunos, deben estar presentes también el atractivo de sueldos sobre el promedio nacional, facilidad de innovación, un número crítico de población, estabilidad social y política, protección de propiedad intelectual e infraestructura urbana (Rauch, 1994; Moretti, 2004; y Carlino, Chatterjee y Hunt, 2007). La presencia de una Universidad es sólo uno de muchos factores.
Actividades de Educación Superior y el Capital Humano Las Universidades locales tienen tres formas de aumentar el capital humano. En primer lugar y de forma evidente, estas instituciones incrementan la oferta de Capital Humano al crear mano de obra educada con mayores habilidades. Segundo, para lograrlo, se importa un número importante de personal científico y profesional altamente calificado, tal como el profesorado de tiempo completo, staff administrativo, etc. En tercer lugar, la investigación y desarrollo deben ocurrir en las Universidades. Las actividades de Investigación y Desarrollo (IyD) crean también diversos tipos de Derrame de Conocimiento que benefician a la población en donde se encuentran.
Desde la Oferta. Lo que la nueva Universidad en una ciudad mediana o pequeña del interior de la república puede ofrecer es en primer lugar la producción de graduados y titulados para el mercado local de trabajo. Para medir si la producción de títulos universitarios en una región es grande o pequeña existe un indicador llamado “Intensidad de Producción de Títulos”, propuesto en 2011 por los economistas Jason Abel y Richard Dietz. Se calcula sumando el número de títulos otorgados en un área metropolitana, en su relación con el número de habitantes en edad de trabajar. Este indicador mide la tasa de nuevo Capital Humano, en proporción al tamaño de la región.
La desproporción en las cuatro 4 más grandes áreas metropolitanas de México (Ciudad de México, ZM de Guadalajara, ZM de Monterrey y ZM de Puebla), al concentrar la mayor parte de personas con títulos universitarios, no ha cambiado desde que se iniciaron hace dos décadas los programas para abrir más universidades públicas (estatales, tecnológicas y autónomas) y para autorizar universidades privadas. La pregunta que debe hacerse aquí es en verdad, cuánto influye la movilidad de los graduados en otras ciudades de México. De nada sirve para la región producir más personas con títulos, si terminarán yéndose a trabajar a otras ciudades más grandes.
Por lo tanto, no siempre es cierto que la mayor producción de títulos universitarios se reflejará en un incremento del Capital Humano en la Región donde se crearon. Debe existir una infraestructura física, económica y social que les haga atractivo a estas personas quedarse a trabajar ahí. Se debe estimular también la creación de nuevas empresas, que ofrezcan oportunidades de empleo a los nuevos graduados.
Dados estos factores de población, se debe revisar la relación entre la producción de personas tituladas en una región y la acumulación de Capital Humano. Son todos los factores del ambiente económico los que determinan si un egresado se quedará a trabajar en la región donde se formó.
Para dar una idea de la magnitud de este fenómeno, Abel y Dietz (2011) encontraron que si se duplica la producción de títulos en una ciudad (+100%), el incremento en el nivel de capital humano es mucho menor para las pequeñas y medianas ciudades (+5%) en promedio. Es claro entonces que la intención original de tener nuevas universidades para producir personas con títulos y que así mejore la economía, no depende únicamente de la cantidad de egresados.
Desde la Demanda. Con la Investigación y Desarrollo (IyD) las universidades locales pueden producir más cantidad de Capital Humano que con la simple docencia y producción de graduados. La existencia de “Derramas de Conocimiento” entre la investigación académica y el desarrollo económico ha sido bien documentada en países de Europa y Estados Unidos. Estas Derramas aumentan la demanda de habilidades especializadas ofreciendo puestos de trabajo primero en las Universidades locales y después en las empresas locales. Una de las variantes en que esto sucede es cuando los negocios se acercan a las universidades locales para crear nuevos productos o idear servicios novedosos.
Sin embargo, por razones de costos en las universidades públicas y de inversión en las universidades privadas, la producción científica y la IyD ha sido minimizada en las ciudades medias y pequeñas de México. Estas universidades casi no realizan actividades de investigación y las pocas que lo hacen de manera marginal, no operan estas acciones con una visión de largo plazo, sino casi de manera accidental.
Hoy por hoy las direcciones y departamentos de vinculación de las universidades locales (otra vez, tanto públicas como privadas) funcionan más como agencias de colocación de empleos, para ayudar a sus alumnos a encontrar lugares donde hacer sus prácticas profesionales, y no como verdaderas oficinas de transferencia de tecnología y puentes de producción científica como debiera de ser.
También la educación continua y los cursos de profesionalización a cargo de los investigadores de las universidades crean y mejoran el Capital Humano en una región, aunque no sea medible en títulos académicos, al acercar el conocimiento y habilidades a la población. Aún mas, las universidades con IyD utilizan a los negocios locales como plataformas de lanzamiento para productos o servicios derivados de sus investigaciones y establecen vínculos de cooperación de largo plazo.
De hecho, todo lo demás constante, aumentar la demanda de investigadores y profesionistas a través de la IyD, parece tener mayor efecto en el aumento de Capital Humano, que la sola actividad de docencia y otorgamiento de grados académicos. Quienes diseñan políticas educativas y económicas deben tomar en cuenta tanto la oferta como la demanda de Capital Humano, así como los otros factores socioeconómicos que intervienen. Solo así las Universidades locales podrán ser un factor determinante para mejorar el desempeño económico de una región.
Juan E. Sandoval es consultor de administración de Instituciones de Educación Superior y fundador del despacho Academics MX. Es también colaborador en la Dirección de Relaciones Institucionales del Centro para la Evaluación de la Educación Superior.